martes, 28 de febrero de 2006

Doble mirada hacia el Colegio: corporativo o sancionador

El día 28 de febrero en diario Los Andes aparece una nota donde se trata al Colegio de Abogados acusándolo de corporativo y defensor de los abogados, de aquellos que han cometido faltas éticas. Lo paradójico es que, precisamente entre los colegas, el Colegio es acusado de pro denunciador, perseguidor de los abogados, permanentemente sancionador, etc.
Son dos visiones opuestas. Yo, que estoy en el Directorio, debo decir que no es corporativo, para nada. Y hay varias circunstancias que así lo establecen: primero, que tanto en el Directorio como en el Tribunal de Ética no hay abogados penalistas, con lo que el concepto de persecución no es claro. Por ejemplo mis colegas del Directorio, civilistas, expresan que la elevación de la causa al Tribunal para su investigación es un modo querido de los abogados, para demostrar su inocencia. La realidad es que cualquier proceso de investigación es vejatorio, incomodante para su investigado.
Segundo, que ante la elevación de todo tipo de causas, sobre todo los derivadas del no pago de Caja Forense, se produce un hecho administrativo contraproducente: los encargados del procedimiento se atoran de trabajo y resuelven el fácil -esto es muy normal-, ergo las causas importantes son dejadas de lado ya que son las más difíciles. Por eso las críticas de corporativo; en realidad lo que hay es morosidad o falta de resolución por el propio y enorme trabajo del Tribunal.