martes, 4 de octubre de 2011

Esperando el Paraíso


     No es menor que gran parte del país reciba subsidios y asistencia, basada exclusivamente en ser un número del censo. Es una señal muy fuerte la que se envía a la sociedad cuando el principal actor económico (el Estado) te otorga posibilidades de mejorar tu existencia sin que des nada a cambio. Es, simplemente, que, por estar en un censo, en una estadística, se te otorga la posibilidad de conseguir bienes que te permitan vivir.

     Ahora bien, entiendo que la gente, cada persona, es más que un número estadístico. Es además y mucho más que eso, un cúmulo de deseos y necesidades, de ansias y expectativas en el estrecho tiempo que le toca estar en el mundo. Y mayormente su felicidad dependerá de la tentativa permanente de conseguir los deseos que tiene en vida, de poder cambiar su realidad, su circunstancias. De participar.
     
    Pero entregar dinero sin más, solo por estar y sin impulsar a más, da una poderosa señal de cuál es el rumbo que se espera de la gente que lo recibe: sólo estar, sólo percibir. Sin rumbo, sin destino, sin dirección.  Dando poder a la idea de que la vida, en vez de ser una suerte de obtención, de ganarse un derecho a estar, es simplemente una tribuna de exigencia. Es acostumbrar a recibir, y desacostumbrar a hacer.
   
    Imagine estar en el lugar donde usted ejerce sus actividades. Imagine que, en vez de hacer lo que tiene que hacer para dar a la sociedad (un producto, un servicio) usted no realiza actividad alguna, sino que simplemente recibe. Por supuesto que vivirá, que dará cierta tranquilidad a sus necesidades básicas, pero si deja de hacer sus actividades otros sufrirán por usted, porque no conseguirán aquello que usted hacía, aquello que usted entregaba a la sociedad. Esta sufrirá la consecuencia de que usted no realice la actividad que podría ser útil a los demás. Ellos recibirán menos.

   Ahora hagamos un ejercicio de la imaginación mayor. Pensemos que usted y otro más, mucho más, comienzan a poblar el país desde la idea de no hacer, de solo recibir. Vamos a un absoluto: todos dejamos de trabajar pero todos percibimos una retribución que nos permite vivir. El Paraíso en la Tierra: la permanente inacción del descanso, el no hacer, la falta de obligaciones, solo ir una vez por mes a recibir la paga por nuestra existencia.

   Es una idea que suena sensacional, pero no estamos en el Paraíso. No, estamos en la Tierra. Y en esta hay necesidades que cubrir, hay obligaciones que penden de nosotros para mantener el sistema. Y, en un plano fundamental, es mejor que el Paraíso: en la Tierra podemos tener sueños, porque podemos construir. 

   Y circunscribamos la Tierra a un lugar determinado, a un sector del planeta, con delimitación geográfica. A un país. Imagine que usted vive en ese país, en ese sector que intenta vivir en el Paraíso pero que olvida que es, en realidad, la Tierra. Donde hay sueños y necesidades, donde hay que hacer y donde las cosas deben mantenerse y construirse otras. Pero altere el curso de las cosas: imponga normas del Paraíso (vivir sin hacer) con las realidades de la Tierra (hacer para vivir), y verá que ciertamente, tarde o temprano, habrá un conflicto.

    Ese conflicto se dará entre las necesidades nuevas e insatisfechas, ya sean promisorias (estar mejor) o simplemente conservatorias (que no se destruya lo que existe; el mantenimiento), y la realidad inmóvil, de huelga o paro permanente,  que impide satisfacer aquellas. Pero los bienes son limitados, y las cosas terminan mandando, incluso y sobre todo, aquellas que son las que dan sustento al mantenimiento de ese modo de vida indemne, paradisíaco.  

     Y es que ese conflicto termina siendo superado por la realidad, por la necesidad de mantención de las cosas, y por las necesidades humanas de soñar un futuro, sólo construíble con la acción, con el hacer, no con la expectación pasiva.

     Hay un solo lugar en la Tierra donde se da ese modelo de vivir sin hacer, solo vivir existiendo, sin más. Sí, lo sabemos: la cárcel.

   

     

   



   

    

    

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